Sr. Secretario de la Tertulia Cofrade Albores
D. José Manuel Betanzos
Sevilla, año del Señor de 2012
Estimados amigos de la Tertulia Cofrade Albores:
Solo quería haceros llegar por escrito mi sincero agradecimiento a todos los que habéis hecho posible que el día 5 de enero de 2012 haya sido para mí un día pleno de alegrías, satisfacciones, toques al corazón y a la cabeza….
En primer lugar, y por orden de jerarquía, quiero expresar mi más sentida gratitud a su Majestad el Rey Baltasar por haber tenido a bien aceptar la propuesta que se le hizo desde esa Tertulia para que yo pudiera representarlo dicho día.
En segundo lugar, a los miembros de ésta mi querida Tertulia por haber pensado en mí para ostentar ese encargo que a la vez me llenó de orgullo y de responsabilidad.
En tercer lugar, a mi antecesor José Ignacio Robles, porque el día que se produjo mi coronación me transmitió todas sus experiencias y vivencias de ese maravilloso día.
Por último, a todos integrantes o no de la Tertulia que con sus ánimos, su apoyo, su siempre estar pendiente de mí hicieron que ese día pasara como un suspiro aunque dejando una huella imborrable en mi interior.
Huella que dejaron los niños acogidos en el Hogar Nazaret. Me habían comentado lo duro y complicado de dicha visita y, aunque estoy de acuerdo con que es duro, es infinitamente más reconfortante y gratificante.
Ver las caras de ilusión, de alegría, por qué no de cierto temor de estos niños ante la aparición en su casa del Rey Baltasar es una de las mayores satisfacciones que puede tener una persona en su vida. Niños cada uno con sus problemas, con sus enfermedades, pero, al fin y al cabo, niños.
El sentir cómo se acercan, como te miran con esa cara ilusionada que solo un niño sabe poner, como al principio no se atreven a hablarte pero que después de un ratito te lo cuentan todo.
“Majestad, José Antonio ha sido malísimo este año y, lo peor es que no tiene remedio.
A ver José Antonio acércate, ¿es verdad qué no te has portado bien este año?
Sí he sido muy malo
Pero hombre ¿por qué?
No lo sé.
Me han dicho que este año no te puedo dejar nada por no haberte portado bien, pero vamos a hacer una cosa, tú me prometes que el año que viene vas a ser un niño bueno y yo esta noche te dejo tu regalo, ¿vale?
Vale Majestad”, esto lo dice con una sonrisa.
“Rey, me llama una niña
Hola, ¿cómo te llamas?
Blanca, este año no he podido escribir la carta
¿Por qué?
No lo sé
No te ha dado tiempo por culpa de los estudios
Sí
Vaya, bueno vamos a hacer una cosa, tú me dices ahora qué quieres y yo esta noche te dejo tu regalo.
Vale” y también sonríe.
De José Antonio, el chaval autista empeñando en la PSP prefiero no hablar. Recordarlo toda mi vida, pero hablar no porque se me empañan los ojos.
Cuando vas a un sitio como éste, cosa que yo he hecho gracias a vosotros amigos tertulianos, te das cuenta la pérdida de tiempo que es la vida en la que nos movemos. Como esta vida nos consume con problemas diarios que al final suelen ser necedades comparadas con lo que hay entre las cuatro paredes de estas casas de acogida.
Ves a gente como Consuelo y todos los que le ayudan en este hogar y sientes que, a pesar de estar rodeada de desgracia y sufrimiento son felices. Solo hay que mirarles a la cara. Felices porque saben que su vida sí tiene un sentido a diario y seguro que hablando con ellos te dicen que reciben más de lo que dan, siendo lo que dan muchísimo.
Quizás esa alegría se la transmitan Aimara, David, Frank, Luis, José Antonio, Jose, María, Belén, Miriam, Fernando, Blanca, Fran, Fernando, Yeray, etc.
Por eso reitero mis gracias a esta querida Tertulia porque he podido comprobar que hay niños con verdaderos problemas, no con los que nosotros a diario nos creemos tener, que son felices y hacen felices a la gente que los rodean. De los que debiéramos aprender a ser felices y complacientes con lo que reciben y no a siempre protestar por aquello que nos falta.
Como bien sabéis no soy ningún niño ya, pero a mi edad ésta ha sido una de las experiencias más impresionantes de mi vida. Espero poder devolverles a estos niños de alguna manera lo que ellos me han dado y me han hecho sentir.
En cuanto al resto del día, divertida, ilusionante, simpática, la experiencia de ir recibiendo a todos y cada uno de los niños y no tan niños que venían por sus regalos en la Tertulia.
Es una bendición ver las caras con las que se acercaban al Rey. No se atrevían a hablar solo a recoger su regalo y hacerse su foto. Caras de alegría, de temor, de incredulidad en los más mayores, de ilusión en una palabra.
Solo deciros que este día para mí ha sido de los más bonitos de mi vida, a pesar de que los no tan niños se portan peor que los niños y es más difícil para un Rey sin experiencia como yo domarlos.
En serio ahora, sé que mi falta de capacidad impide que os pueda transmitir todo el agradecimiento que siento hacia vosotros amigos de Albores por haberme permitido vivir todas estas experiencias que me acompañarán para siempre.
Los que han sido Rey alguna vez antes que yo entenderán perfectamente todo lo que quiero y no sé decir, a los que no lo han sido, es una experiencia que no os deberíais perder.
Gracias de todo corazón
Pepe Millán